Nombre científico: Primula acaulis
Nombre común: Primavera o prímulas
Características
La prímula es una planta de tipo perenne que posee una gran variedad de especies. En la actualidad se conocen unas 550, entre la cuales destacan las acaulis, la obconica y también la vulgaris.
Dentro de los usos de estas plantas se pueden encontrar para sembrar en macetas o también para adornar un jardín.
En el caso de usarlas para el jardín se deben tener los siguientes cuidados. En el caso de que sea verano lo mejor es protegerlas de la luz directa del sol. Ya en invierno puede dársele más luz directa ya que ésta tiene menos fuerza.
En cuanto a la temperatura, las prímulas necesitan de un clima templado ya que el frío es perjudicial para las plantas. Además de esto requiere de una tierra con buenos nutrientes, drenado y humedad.
Por lo anterior es necesario que se riegue de forma constante evitando que el suelo se presente seco en su totalidad. Tampoco se debe echar mucha agua o dejar que ésta se acumule, ya que se puede pudrir la planta.
En el caso de los nutrientes, esta planta requiere un buen abono rico en elementos como el potasio.
Algunas de las plagas que se pueden presentar en esta planta son la araña roja, los pulgones, los hongos, los caracoles y las moscas blancas.
La floración se da desde el mes de noviembre hasta el mes de marzo.
Significado de las prímulas
En el significado de las flores esta flor es la de la juventud. De acuerdo al color de su flor puede significar pureza en el amor, en el caso de la blanca. Para la flor azul es amor dulce y en el color malva es inocencia.
La Primula Vulgaris, del latín “primero” y “común”, es una planta oriunda del continente europeo, especialmente en las regiones de Ucrania, el este de Alemania y los Balcanes, y al sur de Portugal, Noruega y las Islas Feroe. Del mismo modo, esta planta puede ser encontrada de manera natural en otras zonas como Argelia en África, y el este de Irán y Turquía en Asia.
En algunas de estas regiones se le conoce comúnmente con el nombre de primavera, y a grandes rasgos, se trata de una planta perenne, perteneciente a la familia de las primuláceas, y fácilmente identificable gracias a una roseta de hojas obovadas, dentadas e irregulares. No obstante, su rasgo más característico lo podemos observar en el aroma de sus flores, las cuales ostentan un hermoso amarillo pálido con centro más oscuro.
Sus pétalos acampanados dan lugar a una corola no mayor de 4 centímetros, pudiendo ser disfrutada durante las primeras etapas de la primavera. De hecho, la prímula es una de las primeras flores que anuncian el comienzo de la primavera, por lo cual recibe otros nombres como primerose en francés o prima rosa en latín. Su hábitat principal se ubica en los bosques frondosos, montañas, acantilados y riberas.
Dentro del género Primula, la variedad Veris se distribuye a lo largo de las regiones templadas de Asia y Europa, especialmente en terrenos abiertos como prados, acantilados y dunas costeras. Se considera una planta perenne y herbácea, cuyas hojas pueden alcanzar entre 5 y 15 cm de ancho por 2 y 6 cm de largo.
Durante la primavera, especialmente los meses de abril y mayo, la Primula Veris se destaca por sus ramilletes de flores (entre 10 y 30), en un tallo que no sobrepasa los 20 cm de ancho. Además, el color amarillo intenso de sus flores es también un rasgo característico de esta planta, algo por lo que suele emplearse para ornamentar los arcenes de las autopistas (con el objetivo de evitar accidentes) y los espacios públicos de las grandes ciudades.
Por otra parte, y aunque recibe otros nombres como bellorita de oro, hierba de San José, pan de pecú, primicias de sol o primavera común, el nombre compuesto por las palabras Primula (“primero”) y Veris (“genuino”), hace alusión a la temprana floración de esta planta y su tonalidad tan llamativa. Como parte de su taxonomía, se reconocen actualmente tres subespecies principales: la Primula veris canescens (Europa Central), la Primula veris collumnae (Europa del sur), y la Primula veris macrocalyx (Rusia).
Junto a su belleza y su capacidad para ornamentar nuestros jardines y huertas, las prímulas también representan una alternativa medicinal ideal para tratar numerosas afecciones.
Estas plantas son ricas en ácido linoleico y ácido gamma-linolénico, muy eficaces para aumentar nuestra productividad y concentración, mitigar los escenarios de ansiedad o estrés y de manera particular, tratar algunas afecciones como la gripe, el catarro y la bronquitis (4 tazas al día de infusión de 40 gramos de rizoma por litro de agua).
Además de sus propiedades expectorantes y antiespasmódicas, la prímula resulta excelente para los casos de reuma, artritis y dolor de cabeza, siendo también muy recomendable como diurético natural, para tratar la enfermedad de la gota, o de manera general, para depurar nuestro organismo, evitar la retención de líquidos y promover la quema de grasa. Como tópico, esta planta también guarda bondades analgésicas, idóneas para aliviar el dolor experimentado ante golpes o contusiones severas.
Por otra parte, se conoce que la prímula es una planta silvestre comestible, siendo la primavera el momento ideal para degustar sus hojas frescas a manera de ensalada. Del mismo modo, las flores también son comestibles, pudiendo integrarse como ingrediente a numerosos postres, e incluso, pudiendo acompañarse en una copa de vino.