Nombre científico: Lonicera Caprifolium
Nombre común: Madreselva
Altura: De 3 hasta unos 6 metros de altura aproximadamente
Características
La madreselva es un arbusto que pertenece a la familia de las plantas Caprifoliáceas. Esta planta tiene su origen en las tierras del continente europeo, en la zona meridional.
Dentro de los rasgos comunes de esta planta está el poseer ramas de tipo sarmentosa. Así mismo posee hojas en forma oval las cuales son verdosas por debajo. Estas hojas son muy brillantes y cuentan con una apariencia de soldadura entre sí.
La madreselva cuenta con un crecimiento muy rápido y su floración es muy frecuente. Las flores de esta planta son rojas y posee lóbulos de color amarillo. Estas plantas otorgan una fragancia muy sutil durante el día mientras que por la noche su fragancia es mucho más intensa.
Dentro de los usos que se le da está el de planta trepadora en jardines para cubrir muros o también pérgolas. Para su cultivo requiere poca exposición al sol y necesita ser cultivada en zonas frías.
Al ser sembrada debe dársele un punto de apoyo a la planta para que ésta pueda trepar. El suelo debe estar bien drenado y contar con un riego que no sea superior al de dos veces a la semana. A pesar de ser una planta fuerte pueden presentarse algunas plagas como los pulgones y también las orugas.
Significado de la madreselva
El significado de esta enredadera se relaciona directamente con la fraternidad. Es especialmente usada para expresar el amor, sobre todo en lazos de amistad o familia.
Algunos componentes como geraniol, ácido clorogénico, luteolina y carvacrol, le brindan a la madreselva una gran variedad de aplicaciones medicinales. Un par de tazas al día (una cucharada de flores secas por taza de agua al fuego durante quince minutos), puede ser muy eficaz para aliviar los síntomas de enfermedades tan frecuentes como la tos, la bronquitis, el asma, la gripe, la tuberculosis y el resfriado.
No obstante, y a la par de sus propiedades expectorantes, la madreselva también resulta excelente como vía hepatoprotectiva, ya que permite tonificar el hígado y reforzar sus funciones. En estos casos, algunos escenarios como la ictericia y la hepatitis, pueden ser mitigados con una infusión de esta planta acompañando las comidas diarias. Al mismo tiempo, la madreselva contiene bondades diuréticas (ya que además es rica en potasio, calcio y magnesio), muy recomendadas para prevenir la retención de líquidos en el organismo (hinchazón corporal y edemas), la artritis y los cálculos del riñón.
Las arritmias cardiacas y los escenarios de estrés o ansiedad, también hallan un remedio efectivo en el uso de la madreselva, y por si fuese poco, muchos especialistas médicos la recomiendan como tópico externo para la cicatrización de heridas, las encías sangrantes, e incluso, para tonificar la piel y evitar la aparición de arrugas.
Se trata de una planta que, además de sus propiedades curativas, también nos permite cubrir paredes y verjas, delimitar espacios en el jardín y ornamentar de manera general, cualquier rincón del hogar. No obstante, para cultivar madreselva de manera acertada debemos prestar atención a una serie de factores.
Iluminación: Su gran adaptabilidad les permite crecer sin dificultades en zonas de sombra total o semisombra, aunque la luz solar directa es el escenario más indicado.
Riego: La madreselva necesita de un ambiente húmedo para proliferar. En este sentido, se recomienda regarla durante 3 o 4 veces a la semana, incrementando la cantidad a 10 durante los meses de invierno.
Temperatura: Aunque soporta las condiciones de frío extremo (hasta -3 grados Celsius), debemos proveer un ambiente moderadamente cálido para su desarrollo óptimo.
Floración: Su condición de perennifolias les permite mostrar sus flores tan hermosas durante prácticamente todo el año (desde el invierno hasta el otoño siguiente).
Suelo: Puede subsistir en prácticamente cualquier tipo de suelo, pero debemos proveerle un ambiente drenado y con abundancia de humus.
Siembra: Las semillas se suelen sembrar durante la primavera, aunque también podemos obtenerlas mediante esquejes en el verano (consultar la siguiente sección).
Plagas y enfermedades: Los áfidos, saltamontes, larvas de mariposa, pulgones y escarabajos son sus principales enemigos, aunque por lo general, se trata de una planta muy resistente.
Poda: No es necesaria su poda si se cuenta con suficiente espacio. No obstante, el comienzo de la primavera es la etapa ideal para realizar esta actividad.
La madreselva es una planta muy sencilla de cultivar, aunque se recomienda su sembrado en macetas durante el primer año si se habita en una zona de temperaturas frías. No obstante, el mejor modo de obtenerlas es a partir de esquejes como veremos a continuación.
Obtener los esquejes: En la mayoría de las ocasiones, los brotes de madreselva toman lugar en la primavera. Una vez que se ha obtenido un brote de color verde brillante característico, podremos podarlo para comenzar el cultivo.
Cómo cortarlos: Asegúrate de contar con una porción de esqueje que sea superior a los 15 cm de longitud (6 pulgadas) partiendo del extremo de una vid. Lo más idóneo es obtener un brote con más de tres o cuatro hojas.
Preparación del suelo: A continuación, reservaremos la porción de planta podada en un recipiente con agua.
La maceta: En un recipiente o maceta grande, verteremos entre 3 y 4 tazas de tierra para macetas, luego realizaremos un hoyo en el centro y colocaremos el esqueje de madreselva. La profundidad ideal es de unos 2.5 a 5 centímetros (entre 1 y 2 pulgadas). Comprimimos los alrededores de la tierra que cubre el esqueje.
Para finalizar: Humedece ligeramente la tierra con agua y ubícala en una zona que reciba la luz del sol. De dos a tres semanas podremos observar los primeros brotes.