Como anticipamos en la introducción, las flores blancas denotan paz, inocencia y pureza.
Igualmente, refieren la idea y el concepto de la infancia, lo divino, lo absolutamente estable, la calma y la armonía. Por ello, una flor blanca puede ser el mejor regalo para los peques o para contextos en los que algunos de estos conceptos y elementos son el eje principal.
Sin embargo, en Oriente el blanco es todo lo contrario, pues es el color que indica la muerte.
Las flores blancas apasionan a muchos por su matiz de pureza, inocencia y paz. Por ello hemos querido reunir varias en este artículo para conocer de sus características generales y abordar el significado social y simbólico del grupo, información que propiciará que seamos capaces de regalar y apreciar las flores blancas en su justa medida.
Las orquídeas quizás sean uno de los grupos de flores más variados que existen. Son muchas las especies y variedades que hoy podemos contemplar, por lo que establecer las características generales de la orquídea como flor no es tarea sencilla.
Las hay de prácticamente todas las coloraciones, incluyendo la blanca que nos ocupa, y están presentes en todo el planeta, excepto la Antártida y los desiertos más áridos de Eurasia.
No obstante, rasgos generales son su apertura sobre los tallos, apuntando hacia abajo, la similitud en color y forma de sus tres sépalos o verticilos externos y dos de los tres pétalos o verticilos internos, mientras que el pétalo restante, llamado labelo o labio, suele diferir de los demás y ser más grande.
Muy populares en la jardinería, por ser las flores de una planta trepadera (Ipomoea purpurea) muy efectiva y estética para cubrir verjas y cercados, las campanillas resultan muy curiosas por su transformación diaria.
Infundibuliformes y de color rojo, rosa, blanco, azul o violeta, estas flores que se dan en cualquier tipo de suelo se abren en las mañanas y vuelven a cerrarse en las tardes.
Las jaras blancas, flores de un arbusto perennifolio del mismo nombre, que pertenece a la familia de las Cistáceas y se distribuye por toda el área mediterránea occidental e Islas canarias, se caracterizan por tener un gran tamaño en comparación con otras flores.
Pueden alcanzar hasta 10 centímetros de diámetro y presentan tres sépalos y cinco pétalos, blancos por supuesto, que a menudo desarrollan una mancha púrpura en su base.
Nativas de México, donde hasta tienen un día del año en su honor, las dalias son flores de disco amarillo y lígulas que pueden variar en color. Las más tradicionales son rojas, pero gracias a las hibridaciones podemos encontrar bellas dalias blancas, naranjas y de muchos otros colores, salvo el azul y el verde.
Estas flores presentan capítulos variables, que pueden ir desde pompones chiquitos y compactados, hasta grandes cabezas con lígulas curvas.
También llamadas comúnmente como cala o aro de Etiopía, flor de pato, cartucho y lirio de agua, las calas son la flor de una planta herbácea de origen sudafricano.
Esta planta se cultiva con fines ornamentales por la vistosidad de sus espatas, de color blanco.
En cuanto a las calas como tal o las flores, se producen de dos a tres por planta y constituyen inflorescencias erectas en forma de espádice, que suelen alcanzar entre cuatro y siete centímetros de largo.
Estas flores, que además de blancas podemos encontrar de forma natural en otras coloraciones como rojo, rosa y naranja, tienen una característica muy peculiar y es que se desarrollan en la planta antes que las hojas.
Surgen en el extremo de largos tallos con forma atrompetada y normalmente lo hacen en invierno.
Las hortensias son flores nativas de Asia y América que se dan de forma óptima en lugares soleados y en áreas húmedas y con sombra, pero bien drenadas.
Como rasgo distintivo está el hecho de que florecen como parte de grandes capítulos florales, es decir, agrupadas en inflorescencias bastante luminosas en comparación con el tamaño de una flor en solitario.
Así, las flores externas presentan una cubierta membranosa y coloreada, mientras que la envoltura de las internas es tubular y con entre ocho y 10 costillas.
Las hortensias tienen de cuatro a cinco pétalos ovados y entre ocho y 10 estambres delgados.
Los claveles florecen al final del tallo de la planta y se erigen como flores vistosas, pedunculadas en panícula o con cima laxa, y que muchas veces pueden florecer de forma solitaria en su tallo.
Los bordes de los claveles son relativamente dentados. A partir de su forma natural se han realizado hibridaciones y variedades que permiten obtener flores dobles y con grandes corolas de distintos tonos cromáticos, entre los que el blanco es uno de los más habituales.